A
punto de que se cumpla un mes de su elección, el cardenal emérito de Washington
cree que Francisco puede “cambiar de arriba abajo” la región con su nuevo
mensaje. Durante un encuentro en la sede del Diálogo Interamericano de
Washington, el cardenal y obispo emérito de la capital estadounidense, Theodore
McCarrick, ha indicado que los viajes que Francisco tiene previstos hacer, a
Brasil, en julio, y a Argentina y Chile, en septiembre, podrán alumbrar señales
sobre su papel, aunque, ha dejado claro, que frenar el avance de la iglesia evangélica deberá ser una prioridad. “Cuando
el Papa visite Brasil hará ver a sus ciudadanos la importancia de la Iglesia
católica allí y lo hará con entusiasmo, dirigiéndose directamente a las
personas, haciéndoles ver que no existe uma diferencia essencial entre esa
confesión y la evangélica”, ha indicado McCarrick, que estuvo presente en el
último Cónclave, aunque no pudo votar por razón de su edad (83 años). En agosto
del año pasado, el entonces papa Benedicto XVI habló del contexto de América
Latina como de una zona donde la Iglesia católica debía hacer frente a un
pluralismo religioso creciente. Durante las dos últimas décadas, la comunidade
católica há ido disminuyendo a costa de las iglesias evangélicas y
pentecostales.
Brasil,
el primer destino a América Latina del para Francisco, es un claro ejemplo de
esta situación. Con 123 millones, el país sudamericano es el que tiene la mayor
población católica del mundo, sin embargo, el censo del Instituto Brasileño de
Geografía y Estadística de 2010 mostró una disminución de fieles del 10% en la
primera década del siglo XXI a costa de la expansión del credo evangélico. La
Iglesia Evangélica brasileña cuenta ya con 42 millones de miembros. Con 565
millones de fieles en todo el mundo, 107 millones de los evangélicos se
encuentran en América Latina y el Caribe.
McCarrick
sostiene que la “personalidad humilde” del nuevo papa obstaculizará el rápido
acance de los evangélicos, no sólo en América Latina, sino en el resto de
países en vías de desarrollo. “Si se lo propone, cambiará América Latina
de arriba abajo”, asegura el prelado.
Para
la Iglesia católica, los problemas que hacen a los fieles distanciarse de su
credo no son tanto dogmáticos como pastorales y, en este sentido, según
McCarrick, “Francisco es el mejor pastor, tiene la intención de trasladar el
lenguaje del Concilio Vaticano II al del día a día”. El cardenal de Washington
se muestra convencido de que con el nuevo pontífice “desarrollará una relación
distinta a la que la Iglesia católica ha tenido hasta ahora en América Latina, centrada
exclusivamente em las elites y los gobenantes. Eso va a cambiar, va a ser
diferente”.
El
antiguo obispo de Washington destaca las cualidades humanas y espirituales del
nuevo Pontífice como los motores propicios para liderar ese cambio y, en ese
sentido, destaca su dominio del español y el portugués como herramientas para
apuntalar su intención reformista. “Quizás no tenga el carisma de Juan Pablo
II, pero Francisco ha demostrado que sabe crear atmósferas propicias, sabe cómo
conectar con el pueblo. El hecho de que hable su idioma hace que los
latinoamericanos lo vean como uno de los suyos, que lo perciban como alguien
cercano”.
Pese
a ese regreso a los dogmas del Concilio Vaticano II que McCarrick vaticina que
liderará el papa Francisco, la apertura de la Iglesia católica en América
Latina resta de ser completa, al menos por el momento. Otro problema
enquistado, el movimiento de la Teología de la Liberación, no parece que vaya a
resolverse a medio plazo. “Está claro que la Teología de la Liberación comparte
el sustrato del Concilio Vaticano II, pero lo que la Iglesia no puede tolerar
que amparen y apoyen movimientos guerrilleros y violentos”, asegura McCarrick.
“Sin duda el compromiso del nuevo papa con los más pobres y su defensa del medioambiente [leia-se ECOmenismo], ha sido bien recibida y ayudará a tender
puentes, pero la perseverancia en algunos de sus principios seguirán suscitando
oposición en el Vaticano. Es lo que Francisco tratará de explicarles”, indica
el cardenal.
(El País, via Impacto Evangelístico)
Nota: Como bom jesuíta, mas com estilo franciscano, Francisco agrada ao povo com sua humildade, enquanto defende tenazmente os interesses da Igreja Católica, especialmente no sentido de deter a perda de ovelhas e garantir o aumento de seu rebanho. É o papa ideal para as necessidades católicas do momento.[MB]
Nota: Como bom jesuíta, mas com estilo franciscano, Francisco agrada ao povo com sua humildade, enquanto defende tenazmente os interesses da Igreja Católica, especialmente no sentido de deter a perda de ovelhas e garantir o aumento de seu rebanho. É o papa ideal para as necessidades católicas do momento.[MB]