segunda-feira, setembro 23, 2013

Johan Vonlanthen deixou o futebol para ser fiel a Deus

Johan fez a melhor escolha
O site Futebol Magazine traz uma interessante matéria sobre Johan Vonlanthen, o craque do futebol que largou uma carreira promissora na Suíça para ser fiel a Deus e aos Seus mandamentos (clique aqui para ler o texto/testemunho). Detalhe: o repórter diz que Vonlanthen tomou essa decisão porque a igreja o impediria de jogar aos sábados. Na verdade, o jogador abandonou os campos porque decidiu ser fiel à Palavra de Deus e colocar sua consciência acima do dinheiro e da fama. De qualquer forma, é um testemunho muito bonito de alguém que vive por princípios e não tem medo de ir contra a “corrente” para servir ao Doador da vida. Leia abaixo trechos de uma entrevista publicada no site Cromos (em espanhol), em setembro de 2011:

¿Hace cuánto está casado?

Desde el 2008. Y ahora nos vinimos a vivir acá con Esteban, nuestro hijo que tiene apenas 11 meses. Mi esposa, Rosa Virginia, es de Santa Marta.

¿Cuántos idiomas habla?

Honestamente, hablo bien 5 idiomas: español, suizo-alemán, francés, italiano y alemán. Pero entiendo en total 7, sumándole el holandés y el portugués.

¿Y por qué habla tantos, por estudioso o por andariego?

Cuando llegué a Suiza a los 12 años, vivía en parte francesa, en un pueblecito que se llama Flamatt, y si vas a unos 20 kilómetros hacia Friburgo, hablas francés; si vas 20 kilómetros hacia Berna, hablas alemán. Entonces, en la escuela te obligan a hablar en los dos. Y en Suiza se habla italiano porque tiene parte italiana. Así empezó todo. [...]

¿Qué música le gusta? ¿Salsa? ¿Reggaetón?

Nada de eso porque mi vida cambió un poquito y dejé esas cosas de la música y el baile, todo eso. Me dediqué a las alabanzas e himnos hacia el Señor.

¿Cuándo se dedica a las alabanzas?

Yo creo que empecé en el 2008.

Tres añitos lleva. ¿Por qué quiso cambiar?

Cuando me fui a Holanda, de 17 años Aunque no tuve dificultad con los compañeros del equipo, me sentía muy solo. Vivía en un apartamento y lloraba en las noches. Mi mamá muy pocas veces me venía a visitar porque ella estaba en sus cosas en Suiza con Aaron, un hermanito menor que nació.

¿Deprimido?

Sí, aunque no me estaba yendo mal y todo me estaba saliendo bien, no era feliz, me faltaba alguito. Fue cuando comencé a escuchar y a estudiar la Biblia con una mujer que era adventista.

¿Cuándo viene el cambio?

Eso fue gradual y aunque mi vida andaba así también con novias, fiestas y mucho entrenamiento, comencé a estudiar y a leer la Biblia. Cuando las cosas iban mal, me arrodillaba y empezaba a [orar].

Hoy en día usted es adventista.

Sí, adventista. [...]

¿Estas creencias cómo cambiaron al jugador de fútbol?

Cuando comencé a saber y a profundizarme en lo que es el sábado, que es el día del Señor, comencé a ver lo que es el séptimo día. Ahí fue cuando me enteré de que el día sábado bíblico es el día de reposo y comencé a ver que en ese día había una bendición, una santificación diferente a cualquier otro día, y cada vez que iba al campo los sábados era más difícil, sabía que estábamos haciendo mal en jugar o trabajar el sábado.

¿Cómo lo tomaron en los equipos donde jugaba?

Eso chocó mucho. Entrar en lo del sábado me causó un freno en mi carrera futbolista. Te explico: a los 20 años comencé a hablar de que el séptimo día no era el domingo sino que era el sábado del Señor. No es que yo le dijera al técnico que no, pero ellos sabían que a mí me molestaba.

¿Igual usted jugaba los sábados?

Sí, jugaba por respeto al contrato. Cuando me prestaron del Red Bull al Zúrich, en el 2009-2010, jugué Champions League. Creo que fue el mejor año que tuve, marqué 17 goles en total, con los goles de la Copa Suiza, pero no podía jugar más el sábado y me fui donde el presidente del equipo y le pedí que me dejara los sábados libres, pero su respuesta fue que no porque en Suiza casi todos los partidos son el sábado. Me dijo: “Si nosotros tuviéramos 30 partidos en domingo y 6 partidos el sábado, te daríamos el sábado libre, pero como en Suiza tienes 30 partidos el sábado y 6 el domingo al año, no estarías jugando.”

¿Y ahí termina todo en Europa?

Viene el Mundial de Fútbol en 2010 con la selección Suiza y me lo pierdo por una lesión que tuve en los meniscos. Me regreso a Austria, me recupero y comienzo a trabajar con el equipo. En junio se me terminó el contrato con el Red Bull, tenía ofertas de muchos lados, en Francia, en Suiza, en Rusia, en Grecia para seguir. El salario iba a ser muy bueno pero yo no quise, para hacerle caso a Dios.

¿De no jugar los sábados?


Sí, ese era el motivo. [...]